Un grupo de Hospitaleros Voluntarios del Camino de Santiago rindió homenaje el domingo 28 de enero a tres compañeros fallecidos: «Resti» Gutiérrez, «Justi» Infante y José Ignacio Díaz. Alrededor de 30 personas procedentes de distintos puntos de España subieron hasta Mostelares, a la salida de Castrojeriz, para plantar tres árboles y colocar placas a sus pies.
Una costumbre que se remonta a 2015, en recuerdo de los compañeros desaparecidos: se planta un olivo, un almendro o una encina en su memoria en una zona denominada El Bosque de las Almas.
El acto tuvo especial importancia para el colectivo, que rindió homenaje a José Ignacio Díaz, creador de Hospitaleros Voluntarios, párroco de Santiago el Real de Logroño, peregrino y hospitalero, y «figura destacada». De él partió la idea de hospitalidad tradicional, voluntaria y fraternal que caracteriza a este grupo de voluntarios, y que fue presentada en el I Foro Internacional del Camino de Santiago, celebrado en Jaca (Huesca) en 1987, para atender a los peregrinos cuyo número comenzó a crecer en los años ochenta. Hospitaleros Voluntarios nació ‘oficialmente’ en 1990 con el primer albergue en Hornillos del Camino donde prestaron servicio sus voluntarios.
Resti Gutiérrez fue durante muchos años responsable del albergue municipal de Castrojeriz mientras que Justi Infante, un ‘trabajador humilde y cariñoso’, llegó al Camino gracias a su médico, que se lo prescribió.
Tras la plantación de los árboles, se colocaron unas placas de cerámica del taller de un ceramista de Triana, Sevilla, en recuerdo de la labor de los tres voluntarios.